lunes, 14 de abril de 2014

Tierra Nuev

Susana era una camarera de labios voluptuosos rubia dudosa, caballota, sexy y caño, que viajaba desde el más allá en coche, para trabajar en un bar de madera a lo antiguo, con diferentes tipos de bebidas espirituosas, videoclips, ideal para chicas y chicos, conocida en el bar por su amigo Mario, coctelero no residente en Madrid, sino en sitios del sur con sol y playa.
Una lámpara tortuga encontrada en mares de gran bravura, arrastrado en el pasado, a la orilla en costas gallegas, y tierra nueva no conquistada por marineros ni barcos ni pescadores, era testigo de la alegría de la gente
Tenía una amiga excéntrica y loca de signo piscis como ella, monitora de aerobic de día fumadora empedernida de tabaco, asturiana, y amante de la música de baile Llamada Lucía
Allí se presentaba un alemán rellenito Llamado Darío de barba rubia, experto catador de cervezas, nunca se emborrachaba, y le gusta el flamenco pero no lo entendía
Uno de los personajes era la madurita de cuarenta y muchos, sargento de tráficos todos deseando cometer una infracción en el coche y ser multados por esa morena, se llamaba Rebeca, mujer de gintonic de alta graduación.
Presentándose noches de monotonía de martes, de partidos de fútbol y películas españolas, y series surrealistas de detectives
Y su marido galán conquistador, Paulino, de su amiga especial, de barranquilla de profesión peluquera llamada Lidia, que a veces la confundía con su amiga Elena
Toda esta variedad de personajes pasaba por ese bar de nueve de la noche de martes a sábado
Y al día o a la semana siguiente, la cámara volvía rodar la realidad de esos personajes de rones y gintonic, un espejo sin director

Tras los cristales y dos puertas de madera empezaba la función llena de trucos de magia espectáculo música y coctelera

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