El pulpo y la chica caramelo

1 La chica caramelo se llamaba Carmen, aunque en los espectáculos de bailarinas se le conocía como lady Carolina, lencería roja medias de color para caballeros sin amor Era la dama de paraguas rojo, en el barco de vapor la reina de África, salones de güisqui sin marca, revólveres sin marca, y pianistas de salón, con cierto acento sureño, allá por el rio Misisipi, bordeando las plantaciones de algodón, bajo la ley de un sol de justicia El caramelo que emborrachaba a los hombres duros en un salón por allí por Almería, jugadores de cartas buhoneros, truhanes vividores, y básicamente hombres con un revolver en la cartuchera llamado colt, con balas de calibre nueve Entre tanto espectáculo de caer por ventanas, rotura de mesas, tronchado de botellas, conoció a un caballero que era la justicia, así como duque, parecido a John Wayne (que había limpiado el salón de forajidos y tramposos, que con su propia justicia habría mandado a más de un buscavidas y ladrón a la horca) Tenía como amante al pulpo de los mares, llamado Pablo, que experimentaba por las noches, con un tiburón de la noche llamado Borja, en noches de caza y experimentación de frenesí de psicodélicos La música les unión dejando atrás sus malas vidas, viviendo así un romance. Cambiaron la dinamitita de asalto a bancos en el oeste, que se usaban los forajidos para volar fuertes y puentes de paso a la caballería, por una fuerte pasión sexual, que llevaban en secreto Las noches de caza y de ser cazado por los tiburones del océano, y las experimentaciones psíquicas se acabaron El azar les juntó a una chica como ella, y a un chico como él, en un sitio como este

Infinito

1 A través de una televisión en blanco y negro de hace cincuenta años con sólo dos botones, dos canales y de carcasa marrón se puede viajar al infinito. El inconveniente era un cristal que estaba como en el primer piso que pretendía salir a la calle, pero le daba la espalda. Ese salón con ese sofá solitario de plano general, si te pones en el centro tapizado en marrón, con cojines amarillos en cada extremo, con música que provenía de la nada, hacia bailar a la diva del baile, y viajar hacia el infinito a través de un cristal que perforaba el sonido del mismo, con esas imágenes de multitud que parecían nocturnas, con luces de colores (Y el alejamiento físico y mental del salón con una salida incierta de escaleras de caracol a la calle) Esa posibilidad la podía romper un extraño rompiendo el cristal y la tele, viéndose atrapado en la realidad, o viajar al inifinito, lo del extraño era un sueño, y lo de viajar a través del cristal y verse atrapada por la música y la tele fue real. Una vez dentro de la tele el blanco y negro gracias a unas luces, y a la música se convertiría en color, y la multitud parecía real, sin necesidad de salir a la calle 2 La diva real del baile que creímos que era blanca, realmente era brasileña con influencias africanas. Cabía la posibilidad de viajar al amanecer de las playas de Ibiza por tele transportación, a través de una cabina de teléfono situada en Londres, y de color rojo En el amanecer de las playas de Ibiza, envuelto por la música, había una pala al lado de una roca, retirada y solitaria con respecto a la multitud Sin ninguna marca, y si se cavaba en un lugar que se suponía que era el centro invisible, mediante un túnel de arena, y llegando a un mundo subterráneo, llegaría a verse atrapado en un submundo encerrado, que nunca salió a la realidad, atrapado por la música noche y día, sin salir al mundo exterior

La cámara viajera

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Una cámara expuesta al aire libre sobre un mostrador, para vender, se escapa de las demás cámaras y es la única que se salva del vendaval, porque las demás impactan contra una roca, y aparte el dueño se había ido por la monotonía que sufría el puesto

Se duda que el negativo que usó un sujeto, fuese el mismo que el que iba a ser usado por esa cámara entre cientos, adquirió la virtud de funcionar sin negativo i abrirse para descansar en la repisa

Dicho sujeto salió corriendo, porque presintió el vendaval, y se le cayó al suelo un trípode, la cámara cayó al lado del trípode y se salvó.

Su lugar de viaje era una casa pequeña, donde conoció uno de sus lugares preferidos, el baño en los dos estados encendido y apagado.

Encontró por uno de los cajones unas pinzas, que no era para depilarse, sino para revelar

Al lado del baño, conoció ese sofá de tela amarilla, con tres habitaciones contiguas, y unos papeles, (que servían para escribir), pero se perdieron, y lo escrito se borró sólo.

Se escondió debajo del sofá, y una noche apunto de amanecer, mientras entraba la luz por el cristal los papeles que había escondido en la oscuridad, reveló la foto de un faquir

La cámara al recordar a su dueño la foto prendió sólo sin necesidad de fuego, pero en uno de los papeles, al lado del escritorio del ordenador, estaba tatuado su nombre

Los osos atrapados, la carretera eterna, y el parking sobre edifico geométrico

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Había una montaña de osos marrones y beige, que desaparecieron de dos armarios, para salir a la calle, por un truco de magia salieron a la calle desapareciendo, y a su vez soñaron con el infinito, y se multiplicaron indefinidamente, y se mezclaron, solamente de dos osos de distinto color, al intentar salir a la calle bajando una escaleras de mármol, se quedaron atrapados en un cuadrado de cristal, de dos lados, y por uno de los dos, no veían la calle

Uno de los dos osos consiguió llegar al sótano situado entre dos ascensores, que sólo funcionaban con llave.

El otro oso, pasó entre los hologramas, y se puso al lado de la puerta de hierro.

El otro oso, se transformó en metal líquido y atravesó la puerta mentalmente sólo con tocarlo la madera consiguió fuego, y el fuego consiguió viajar a las puertas metálicas y fundirlas, los dos osos con siguieron la libertad.

Una vez pisado la calle, hicieron una regresión al pasado y volvieron al armario

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Una carretera donde no ves nada a derecha e a izquierda, el conductor está en piloto automático, pero no hay conductor ni coches, sólo una dirección no más

Arriba un panel metálico montado como puzle, a una altura de tres metros, por delante blanco y por detrás gris, sujeto por un poste

A parecen palabras cortas que se dividen en color negro, donde te dicen una dirección.

Giras a la derecha por una salida que aparece de la nada y no es como te lo hubiesen imaginado en la realidad, es como te lo imaginarías en sueños

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Un túnel de tres alturas subterráneas, donde ves infinitos, colores, coches que no tiene marca, y primordialmente su capó

Sueñas con un triángulo, construido en plástico blanco, pintado de color verde, y de letras blancas que se superponen
Sueñas y te lo imaginas un día dado la vuelta, en miles y miles de constantes posiciones.

Se te aleja y acerca más, aunque este en el mismo sitio, pero si consigues entrar te quedas atrapado