lunes, 27 de mayo de 2013

Días de Radio

1
                La cigarrera Lizzy de pelo rubio gafas de azafata de un dos tres, en sus ratos libres subía a las azoteas de Nueva York,(en donde despertaba), atisbando la Avenida de Broadway, llena de cines teatros, gente multitudinaria y luces de neón, y despertar de cine negro de años 30 en época de depresión.
                        Ella trabajaba en los clubs más selectos de ejecutivos de Manhattan, y millonarios como Rockefeller, en donde había música de jazz hasta altas horas de la noche, Cava, trajes caros, y bailarinas de cabaret.
                        Su sueño era ser actriz de radio, desde el periodo que lo inventó Marconi.
                        Su cálida voz hacía sombra a los seriales, héroes y heroínas enmascarados, creencia global de dominación de mundo, e  invasión alienígena.
                        Mientras que su voz era tan clásica, tan inquietante y tenía tanto suspense, como el cine de Orson Wells.
                        Transcurrido el tiempo, en un fin de año de pleno invierno, donde se habían pasado de moda los coches, de los gánster, que abrían con la puerta hacia atrás, en pleno invierno de nieve, en una celebración de fin de año. Conoció a su amante Cayetano, que le pretendía, y se divorció de su mujer Carla, una italoamericana muy chapada a las tradiciones de Sicilia, adaptadas al barrio de Manhattan, conquistándole el corazón en una trattoria, del barrio de Little-Italy.
                        El Galán Cayetano antes de Conocer a Lizzy, para por Chinatown, a practicar la filosofía y forma de vida oriental.
                        A parte la familia de Gaetano no aceptaba un hijo que no se convirtiese al judaísmo.
                        Pasado un cúmulo de circunstancias retransmitidas por la radio, siempre les unía los duros inviernos que paseaban por Central Park, las azoteas las luces de neón, la calle los amaneceres las interminables y duras fiestas, ese suceso de acontecimientos les hizo estar a los dos unidos

“Relato dedicado al maestro Woody Allen, y a su Película Días de Radio”




viernes, 17 de mayo de 2013

La Pimpinela Escarlata


 Rita era la dueña de una cantina mejicana, allá por Distrito Federal, era la que mejor besaba y servía margaritas del sabor de sus labios y besos, su madurez le hizo ligarse galanes como  Gary Cooper o Burt Lancaster, tenía la belleza de Sarita Montiel, los lugares  Idílicos con los que soñaba eran Veracruz y Pénjamo, su cantante favorito el romántico Pedro Infante
                En la cantina estaba la Pimpinela Escarlata llamada Esmeralda, de ojos verdes, y pelo moreno, que aguantaba el tremendo sol del desierto., y picante como un taco. Ella servía chupitos de tequila blanco a truhanes bandidos forajidos y atracadores, que apoyaban al líder Zapata, desconociendo la tiranía de su dictadura
                Su nombre secreto era Inés, a la luz de las velas, engañaba a los bandidos por un porcentaje del botín
                Su amado Julián galán y espadachín y maestro de la esgrima, llamado como apodo el zorro, quería revelarse contra la tiranía, del cacique Bonifacio, poseedor de tierras y caballos, que oprimían la libertad de su amada Esmeralda
                Su maestro de esgrima Zeus el extraordinario maestro del arte de la esgrima, vividor mujeriego galán conquistador y vividor, reto a un duelo de esgrima al cacique malvado Bonifacio y se aposto sus tierras, y sus caballos, y la mano de Esmeralda que celosamente guardaba y oprimía
                (Sus dos caballos le servirían para huir al paraíso con su amada, a un paraíso más frondoso, que el hostil  y caluroso desierto)
                (Y  la riqueza de la tierra les valdría para una  vida en común eternamente juntos)